El Obispo de San Sebastián ha presidido la ceremonia de Apertura de la Puerta Santa de nuestra diócesis que, se ha celebrado en el Santuario de Arantzazu. 

En su homilía, D José Ignacio ha explicado el alcance de la Misericordia de Dios y ha invitado a los creyentes, no solo a conocer y entenderla, sino a experimentarla, a través de las obras de misericordia, tanto corporales como espirituales.

“Todos tenemos tanta necesidad de dar como de recibir misericordia”, ha subrayado nuestro obispo. En este sentido, ha recordado las grandes carencias y necesidades que todos tenemos, desde las más materiales y perentorias, hasta las  psico-sociales y espirituales. Y ha hecho hincapié en los grandes males que aquejan al hombre actual: la pobreza material y espiritual, la soledad, la falta de afecto, la carencia de valores y la inexistencia de atención espiritual.   Males, ha subrayado D José Ignacio, que solo la Misericordia de Dios puede sanar, porque “las obras de misericordia no pueden limitarse a socorrer a nuestro prójimo en sus necesidades materiales sino en dar Amor y Verdad”.

El obispo ha animado a los fieles a ahondar en la Misericordia de Dios y ha recalcado la importancia del sacramento de la penitencia y la reconciliación y de la oración, como vehículos e instrumentos que nos dirigen y acercan a ella. 

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