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JACQUES MOURAD, SOBREVIVIÓ A 143 DÍAS EN MANOS DEL DAESH

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Ofrecerá su testimonio en la Sala Arrupe, el día 22 de Noviembre a las 19:00 horas

 

        Jacques Mourad, el sacerdote que logró sobrevivir a casi cinco meses de cautiverio a manos de los ismalistas del Daesh, visita San Sebastián para dar testimonio de su experiencia y de la situación que viven los cristianos perseguidos en Oriente.

        La conferencia será el día 22 de Noviembre, a las 19:00 horas, en la Sala Arrupe de la iglesia de los Jesuitas (C/Andia, 3) de San Sebastián.

 

SALVADO POR LA ORACIÓN

«O te conviertes, o te decapitamos», el P. Mourad oyó esta frase casi a diario durante los 143 días que duró su secuestro en Siria, por el Estado Islámico en 2015. Desde que huyó, el sacerdote sirio-católico, nacido en Alepo en 1968, se ha convertido en un «exiliado entre los exiliados» y ha decidido compartir su suerte con los refugiados cristianos en el Kurdistán iraquí.

En 1991, el hermano Jacques Mourad sigue al padre Paolo Dall’Oglio, jesuita, al monasterio de Mar Moussa en Siria donde éste último acaba de fundar una comunidad religiosa. Entre 2000 y 2015, año de su secuestro, estuvo al frente de la parroquia de Qaryatayn y visitaba con regularidad el monasterio de Mar Elian, 52 km de Mar Moussa. Su misión: ayudar y acoger a los habitantes y a los refugiados cristianos o musulmanes de los pueblos de alrededor, arrasados durante los combates entre pro-régimen, rebeldes y yihadistas. Desde el inicio de la guerra en Siria en 2011, la población de la ciudad se ha doblado, pasando de 30.000 a 60.000 habitantes.

El 21 de mayo de 2015, el padre Mourad es secuestrado en su monasterio por varios hombres del Estado Islámico. Humillado, viviendo gran parte del tiempo sin luz, consigue superar su cólera y transformar su secuestro en un retiro espiritual. Un día, cuenta «un hombre encapuchado entró con una navaja, sentí la cuchilla contra mi garganta, pero finalmente me dejó con vida». Consigue escapar el 10 octubre, en el asiento trasero de una moto. «Después de treinta años de amor y energía dedicados a la armonía islamo-cristiana, fui salvado por mis amigos musulmanes», declaró a Ayuda a la Iglesia Necesitada al día siguiente de su liberación.

Entonces, encuentra su monasterio en ruinas- los soldados del Estado islámico lo arrasaron con una apisonadora el 21 de agosto de 2015 y marcaron los muros con esta inscripción: «los leones del califato han venido a devoraros». Qaryatayn fue devastada por los bombardeos, los cristianos murieron o huyeron de la ciudad para refugiarse en la periferia de Homs. «En el contexto actual, no tenemos más opciones que la huida o la muerte », deplora el sacerdote, «Pero no me da miedo volver a Siria, estoy en las manos de Dios».

Desde mayo de 2016, el padre Mourad vive en Souleymanaieh en el Kurdistán iraquí con otros dos miembros de su comunidad, al servicio de familias refugiadas.