Un año más, cientos de guipuzcoanos se han dado cita en Oñati para realizar la subida a Arantzazu. Autobuses de numerosas parroquias de nuestra diócesis, coches particulares, transporte público,…  diversos medios de transporte para recalar en el punto de partida de una Marcha que, año tras año, sigue reuniendo a los feligreses que, realizan a pie el camino hasta el Santuario de Arantzazu, en oración. 

Este año además la Marcha a Arantzazu ha cobrado un sentido especial por celebrarse en el Año Santo de la Misericordia y por coincidir con la Solemnidad de San José.  El lema de la marcha, “Misericordiosos como el Padre”, resume bien el sentido y el espíritu de la presente edición que, ha tenido un recuerdo para los refugiados y los cristianos perseguidos de Oriente Próximo. Ha servido para pedir la reconciliación y la paz de nuestro pueblo y para rezar también por las víctimas de la crisis económica y por quienes están sufriendo sus consecuencias de forma más acentuada. 

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