inicio

 es |  eus

EL OBISPO NOS INVITA A SUBIR A ARANTZAZU Y RESPONDAMOS A LA PETICIÓN DE CONSOLAR A LOS QUE SUFREN

Bookmark and Share WhatsApp Whatsapp
En una carta enviada a todos los fieles de Gipuzkoa, D. José Ignacio subraya la importancia de la Cruz de Lampedusa en la Marcha a Arantzazu. Y nos conmina a que como miembros del "Pueblo de la Cruz", sigamos el ejemplo de María, como consuelo de todos los afligidos.

 

Marcha a Arantzazu. 24 de marzo de 2018

TODOS acogidos por María

 

Este año, nuestra tradicional peregrinación a Arantzazu, en la víspera del Domingo de Ramos, está marcada por la presencia entre nosotros de la Cruz de Lampedusa, que desde el 4 de marzo peregrinará por numerosos lugares de nuestra Diócesis. En la subida a Arantzazu haremos el gesto comunitario de caminar todos unidos tras la Cruz de Cristo.

Los cristianos somos el «Pueblo de la Cruz». Paradójicamente, esta expresión «pueblo de la cruz», fue acuñada por los terroristas del Estado Islámico, en uno de los comunicados amenazantes emitido tras sus terribles atentados. Sí, ciertamente, ¡somos el Pueblo de la Cruz!

Miramos a la cruz de Cristo con esperanza, porque tenemos la firme convicción de que no hay sufrimiento en el mundo hacia el que Dios sea indiferente. En ella resuenan las palabras que recoge el libro del Éxodo: «El clamor de los hijos de Israel ha llegado a mí y he visto cómo los tiranizan los egipcios» (Ex 3, 9). Sin olvidar que la solidaridad de Dios con el sufrimiento del mundo no permite ser contemplada desde la desidia o la dejación. No en vano, el citado texto del Éxodo continua así: «Y ahora marcha, te envío al faraón para que saques a mi pueblo, a los hijos de Israel» (Ex 3, 10).

La subida a Arantzazu de la Cruz de Lampedusa nos recuerda la presencia de María al pie de la cruz, tal y como es narrado en el Evangelio de Juan: «Junto a la cruz de Jesús estaba su madre» (Jn 19, 25). Ella está plenamente asociada al drama del sufrimiento y del dolor en el mundo. No es mera espectadora de lo que acontece, sino que participa del dolor del Corazón de su Hijo, así como de los sufrimientos de toda la humanidad; y por ello la invocamos como «Consuelo de los Afligidos».

Te invito a participar en esta subida a Arantzazu 2018, formando parte del «Pueblo de la Cruz»; de forma que recibamos el consuelo de la Dolorosa, al tiempo que su llamada a consolar a los que sufren.

 

 

San Sebastián, 22 de febrero de 2018

† José Ignacio Munilla Aguirre

Obispo de San Sebastián

 

LA CARTA DE NUESTRO OBISPO EN FORMATO PDF