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PLÁNTALE CARA AL HAMBRE:SIEMBRA- Manos Unidas nos llama a luchar contra el hambre

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Manos Unidas continúa infatigable con su trabajo, luchando contra el hambre en el mundo y tratando de sensibilizar a la población sobre este problema. El lema elegido este año, la palabra SIEMBRA, representa el principio de la alimentación y la actividad prioritaria de muchos de los socios locales y de las comunidades a las que acompañamos en nuestros proyectos y que son también un sector fundamental de la economía y la vida social.

PLÁNTALE CARA AL HAMBRE:SIEMBRA

El lema elegido por Manos Unidas para su campaña se este año nos muestra el principal objetivo: : la palabra SIEMBRAque representa el principio de la alimentación y la actividad prioritaria de muchos de los socios locales y de las comunidades a las que acompañamos en nuestros proyectos y que son también un sector fundamental de la economía y la vida social.

 

Desde Manos Unidas, este año nos proponemos:  sembrar una buena tierra, agua y semilla.

En el mundo 2.500 millones de personas dependen de la agricultura: pequeños agricultores, pastores, pescadores y comunidades que viven en entornos naturales generan más de la mitad de la producción agrícola mundial. Y ellos son los más vulnerables a los desastres naturales y a las crisis humanitarias. La escasez o contaminación del agua no deja crecer las semillas; la sobreexplotación de los recursos degrada casi irreversiblemente los ecosistemas; la especulación de los alimentos, especialmente de los cereales y las semillas y la desprotección jurídica, ha provocado que poderosas corporaciones acaparen zonas de cultivo en muchos países desplazando a los que no tienen más medio que la tierra para sobrevivir.

 

Por todo esto, para avanzar en el derecho a la alimentación, es necesario que a nivel mundial:

1 se facilite el acceso a la tierra de los pequeños agricultores.

2 se reduzca el consumo de energías contaminantes en todo el mundo.

3 se establezcan políticas exigentes para impedir la impunidad de las actividades que vierten sin control contaminantes al agua y a la atmósfera.

 

 

UN OBJETIVO PARA TRES AÑOS

Manos Unidas nació como respuesta a una llamada de la Comunidad Internacional a unir esfuerzos para acabar con el hambre en el mundo; una cuestión urgente y clave para construir un mundo digno para todos.

Lamentablemente, casi sesenta años después, la lucha debe continuar ya que cerca de 800 millones de personas en el mundo todavía pasan hambre. Por eso, en este año 2016, Manos Unidas, inicia un Trienio de Lucha Contra el Hambre (2016-2018) cuyo objetivo principal es trabajar para disminuir el hambre en el mundo y reforzar el derecho a la alimentación de las personas más pobres y vulnerables del planeta.

En estos tres años centraremos nuestros esfuerzos en aquéllos que sufren la falta de seguridad alimentaria y en las causas que la provocan, y trabajaremos para:

 -Que se reconozca y cumpla, local e internacionalmente, el derecho a la alimentación.

 -Realizar proyectos cada vez más sostenibles que faciliten el acceso a los recursos, a los medios de producción y a los mercados.

 -Denunciar las injusticias en los foros internacionales y proponer políticas sociales y económicas basadas en el bien común.

 -Mostrar a la sociedad española cómo nuestro modo de vivir y consumir está impidiendo el pleno desarrollo del derecho a la alimentación para todos.

 

Este trabajo contempla dos partes fundamentales:

1ª. Identificación de las causas y los problemas que provocan el hambre en el mundo. Es una cuestión compleja que abordaremos desde el análisis de tres ámbitos principales:  El mal uso de los recursos alimentarios y energéticos.  Un sistema económico internacional que prima el beneficio y excluye a los débiles. Y unos estilos de vida y consumo que aumentan la vulnerabilidad y la exclusión

2ª. Delineación de tres caminos que queremos recorrer para solucionar el problema del hambre y que pasan por: Acompañar a los más pobres y reforzar el derecho a la alimentación de los pequeños productores. Contribuir al cambio hacia unos sistemas alimentarios más  justos. Educar para una vida solidaria y sostenible con valores basados en la dignidad humana.

 

 

LAS CIFRAS DEL HAMBRE

Si tenemos en cuenta todos los factores que intervienen en la seguridad alimentaria, entenderemos que para “medir el hambre” no podemos atender solo a indicadores del tipo “falta de peso” o a la “disponibilidad de cierta clase de alimentos nutritivos”.

Debemos tener en cuenta un conjunto de indicadores que trasmiten una imagen más completa y pormenorizada de los problemas de seguridad alimentaria y nutrición imperantes en un país.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que en 2015 el hambre crónica afectaba a unos 800 millones de personas en el mundo.

La mayoría de la población que padece hambre vive en regiones en desarrollo. Aunque se han registrado algunos avances desde 1990, algo más de una persona de cada nueve, es decir, un 12,9% de la población de estas regiones sigue padeciendo subalimentación crónica. En general, los países en desarrollo han avanzado considerablemente en la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición, pero esos avances han sido desiguales.

 

Todavía hay dos regiones en las que ha aumentado considerablemente el número de personas que pasan hambre: África subsahariana y Asia occidental

Las razones de estas cifras suelen tener que ver con la falta de acceso a los alimentos, sobre todo en el África subsahariana, donde casi una de cada cuatro personas pasa hambre. En esta región, las tasas de pobreza se han mantenido altas y la infraestructura rural sigue siendo limitada y, con frecuencia, se ha deteriorado. Otra causa es la inestabilidad de los precios de los alimentos, sobre todo en las regiones que dependen de los mercados internacionales de alimentos para obtener suministros nacionales, y son especialmente vulnerables a causa de una base de recursos naturales limitada o frágil. Estas condiciones son particularmente significativas en la región del Cercano Oriente y África septentrional y en el Caribe.

En general, el acceso a los mercados tal vez sea el problema más difícil de solucionar, pues los pequeños productores tienen muy difícil competir con la gran industria alimentaria (producción, procesamiento y distribución a gran escala).

 

 

 

                          VER EL INFORME DE MANOS UNIDAS

 

 

ENTRE EN LA WEB DE MANOS UNIDAS Y LUCHA TÚ TAMBIÉN CONTRA EL HAMBRE!!